lunes, 22 de diciembre de 2008

Novedades en el Diseño Curricular para la Educación Básica Regular

Mediante Resolución Ministerial Nº 0440-2008-ED, el Ministerio de Educación aprobó un nuevo Diseño Curricular para la Educación Básica Regular. Este documento contiene los aprendizajes que los estudiantes deben adquirir en cada grado, ciclo y nivel de la educación básica regular.
El documento aprobado reemplaza al que estuvo vigente desde el año escolar 2006; es decir, tuvo tres años de aplicación. De acuerdo con las expresiones del Ministro Chang, en los últimos 20 años, los estudiantes habrían pasado hasta por quince cambios de diseños curriculares, lo que demuestra la fuerte inestabilidad de esta política.
El avance del conocimiento y la tecnología obligan a una actualización periódica de currículum. Lo deseable, pero lamentablemente escasamente practicado, es que los reajustes se realicen previa evaluación de la aplicación del diseño curricular que se quiere reemplazar, teniendo en consideración los resultados que arrojan las pruebas de medición de los aprendizajes y previa consulta con los profesores, en especial, en cuanto a sus expectativas e intereses de cambio, así como las condiciones que ellos estiman necesarias para el desarrollo e implementación del currículo e los centros de enseñanza y en las aulas. Los estudios derivados de las evaluaciones nacionales del rendimiento de los estudiantes han sido enfáticos en sostener que existe una sobre carga de capacidades, problema que va agravándose a medida que aparece un nuevo diseño curricular.

A continuación comentaremos algunas de las principales características del nuevo diseño curricular.
Esfuerzos de articulación del diseño curricular nacional. Parece evidente, en el pasado reciente, que la coordinación de las propuestas curriculares con los resultados de las pruebas nacionales y la articulación entre los niveles que integran la educación básica regular no estuvo suficientemente asegurada.
Uno de los objetivos buscados en la elaboración del nuevo diseño curricular fue articular mejor su estructura de presentación. En el diseño curricular aprobado a fines del 2005, el currículo de primaria estaba organizado por capacidades, en tanto el de secundaria era organizado por contenidos.
En la nueva propuesta, los desarrollos curriculares para la educación inicial, primaria y secundaria tienen ahora más coherencia formal, pues en todas las áreas de formación y niveles de enseñanza se parte de un grupo de organizadores, a partir de los cuales se identifican las competencias, capacidades, contenidos y actitudes que los estudiantes deben lograr. Quizá lo que queda por trabajar es unificar los criterios de presentación de las capacidades y contenidos en la educación primaria y secundaria; en este último caso, mostrados con mayor detalle.
En segundo lugar, las áreas básicas de formación en el currículo son las mismas a partir del II ciclo de la educación inicial. En ese ciclo son cuatro, aumentan a seis en primaria y a once en secundaria. En la educación secundaria el área de ciencias sociales, se divide en dos áreas: Historia, Geografía y Economía, y Formación Ciudadana y Cívica. En la educación primaria, las anteriores áreas de comunicación integral y lógico matemática cambian de denominación pasando a llamarse Comunicación y Matemática, tal como lo era en la secundaria.
La implementación del área de formación ciudadana y cívica en la educación secundaria podría enfrentar algunas dificultades.
Frente a lo tardío de la publicación del nuevo diseño curricular -quince días antes de culminar el 2008- surge la duda sobre la disponibilidad de profesores, de textos y de otros materiales para cubrir las exigencias de su desarrollo. En la misma línea de preocupación, lo que podrá suceder es que los textos escolares para Comunicación y Matemáticas se comercialicen con la denominación antigua, lo cual podría crear confusión entre estudiantes y padres de familia.



Diversificación del currículo.
según la Ley General de Educación, el currículo nacional es diversificado, correspondiendo a la Dirección Regional de Educación fijar los lineamientos para dicha diversificación en el ámbito regional. A partir de estos lineamientos, las Unidades de Gestión Educativa Local prepararán las orientaciones para que directores y docentes de las redes y centros educativos del ámbito geográfico procedan a formular sus proyectos curriculares diversificados y las programaciones curriculares anuales.

La directiva de desarrollo del año escolar 2009 ha dispuesto que antes del inicio del año escolar, todos los centros educativos deben contar con su proyecto curricular, además del Proyecto Educativo Institucional y el Plan Anual de Trabajo. La norma señala también que los directores son responsables de remitir, a más tardar el 23 de enero de 2009, el cuadro de distribución de secciones de los diferentes niveles educativos y el cuadro de horas de clase del nivel secundario de su centro educativo a la UGEL correspondiente para su revisión y aprobación.

Nuevamente, para el cumplimiento de esta obligación, la dificultad radica en la tardía publicación del diseño curricular. Resulta utópico demandar que los centros educativos cuenten con su proyecto curricular antes del inicio del año escolar; por un lado, porque los días que quedan de diciembre están destinados casi exclusivamente a culminar el proceso de elaboración de las actas y otros documentos exigidos para la finalización del año escolar; y en segundo lugar, porque la formulación del proyecto curricular demanda la participación del profesorado del centro, pero en enero y febrero ellos estarán de vacaciones.

La falta de sintonía entre lo que la norma establece y las posibilidades reales de los profesores de cumplirla llevan a la política curricular por un camino peligroso. Ello, aunado a una tendencia de parte del Ministerio de Educación de decidir una mayor proporción de lo que se debe enseñar, pero sin necesariamente proveer de la capacitación y las orientaciones necesarias para hacerlo, están conduciendo a las regiones educativas y a algunos centros educativos a formular propuestas curriculares alternativas. En parte, las instancias regionales y locales parten del supuesto que están en mejor capacidad de elaborar una propuesta curricular más acertada, en especial, más contextualizada a la realidad socio-educativa y las necesidades de la población escolar que atienden.

Horas de libre disponibilidad. Con el transcurrir de los años, la política que otorga mayor capacidad a los centros educativos para definir los aprendizajes que recibirán sus alumnos se fue restringiendo. La directiva del año escolar 1996 dispuso que los centros educativos dispongan libremente hasta de un tercio del tiempo de programación curricular para impartir contenidos, asignaturas y desarrollar otras actividades que favorezcan el aprendizaje de los alumnos: diez horas en primaria y once en secundaria. Este criterio se mantuvo hasta el 2004, pues al año siguiente las horas de libre disponibilidad se redujeron a diez en la educación secundaria y, para el 2009, únicamente a seis. La tendencia obvia es que el Ministerio de Educación busca retomar un criterio centralista en la concepción del currículo, por lo menos para la educación secundaria.

La reducción de horas de libre disponibilidad en la educación secundaria obedece a las razones siguientes:
a. Las áreas de formación de comunicación y matemáticas aumentan una hora en la carga horaria semanal, pasando de tres a cuatro horas.
b. Al área de formación ciudadana y cívica se le asigna una carga horaria de dos horas semanales. Esta área, aunada a las de persona, familia y relaciones humanas, e historia, geografía y economía, que agrupan los contenidos de ciencias sociales, pasan a tener una carga horaria conjunta de siete horas semanales. En el diseño curricular anterior eran cinco las horas destinadas a las ciencias sociales.

Dos horas adicionales en el currículo de secundaria para sociales obligará a los centros educativos a reajustar su cuadro de distribución de carga horaria por profesor, además de buscar profesores que enseñen el área de formación ciudadana y cívica, en caso de que no cuenten con ellos. Como será muy difícil reclutar nuevos profesores, la alternativa será la asignación en esta área formativa de un profesor que reúna las mejores condiciones para ofrecerla. De otro lado, pasar de diez horas de libre disponibilidad que había en el diseño curricular anterior a seis, implica que existen profesores que cubrían las cuatro horas que ahora pasaron a ser obligatorias.
¿Cómo serán reasignados? Es urgente que el Ministerio de Educación y los órganos intermedios elaboren algunas orientaciones que permitan resolver en los centros educativos cuestiones como las que se han planteado. Lo que debe evitarse es que algunos profesores sean asignados en un área de formación para la cual no cuentan con la formación requerida.

¿En qué medida este cambio en la carga horaria curricular en la enseñanza secundaria favorece los aprendizajes de las áreas de lenguaje y matemáticas? A primera vista podría decirse que si lo favorece ya que cuentan con una hora más que la incluida en el currículo anterior. No obstante, debe recordarse que gran parte de las horas de libre disponibilidad estaban destinadas a reforzar estas áreas básicas del conocimiento o, en el caso de colegios con énfasis en la formación técnica, a la educación para el trabajo.
Será recomendable que en el transcurso del año escolar 2009 las Direcciones Regionales de Educación y las UGEL hagan un seguimiento de la nueva distribución de la carga horaria curricular; en especial, si en la educación secundaria se ha producido un incremento real de las horas asignadas a comunicación o matemáticas, o si la introducción del área de formación ciudadana y cívica afecta el número de horas con las que normalmente se venía trabajando.
Carga horaria curricular en la educación secundaria












Las horas establecidas en el plan de estudios para cada una de las áreas son las mínimas, En ningún caso las instituciones educativas públicas y privadas dejarán de enseñar estas áreas y utilizar para cada una de ellas menos de las señaladas. Asimismo, las horas de libre disponibilidad deberán priorizar las áreas de comunicación, matemática y educación para el trabajo, según las necesidades de los estudiantes.
· En el caso de las instituciones de educación secundaria que cuenten con docentes, recursos y materiales especializados y otras condiciones favorables para la enseñanza del área de inglés, esta podrá ser priorizada en el uso de las horas de libre disponibilidad.
Competencias, capacidades, conocimientos y actitudes. El diseño curricular aprobado en el 2005 incluía entre 80 y 83 capacidades por grado educativo en la educación primaria y 172 por año de estudios en secundaria. Ya en ese momento tomaba escasa consideración de lo que decían los estudios realizados por la Unidad de Medición de la Calidad del Ministerio de Educación, que demostraban el escaso número de profesores que lograban cumplir con la programación curricular oficial (un tercio en las escuelas públicas y el 50% en las privadas).

El nuevo diseño curricular resulta más ambicioso en términos de logros de capacidades, conocimientos y actitudes. En primaria el número de capacidades es 114 en el primer grado, incrementándose hasta 142 en el sexto grado. Tratándose de la educación secundaria, las capacidades aumentan de 161 en el primer año hasta 174 en el quinto. No obstante, hay que señalar que en la educación secundaria muchas de las capacidades incluyen un conjunto de capacidades específicas que hacen de su logro un esfuerzo mayor posiblemente difícil de cumplirse por un porcentaje significativo de profesores. Como caso ilustrativo puede citarse el de Matemáticas, en donde las capacidades por grado son nueve, pero las específicas a trasmitir fluctúan entre 37 y 40, dependiendo del grado.


















Además de capacidades, el diseño curricular incluye con conjunto de conocimientos destinados a implementarlas, así como actitudes que implican el logro de las diversas competencias. Se ha realizado un interesante esfuerzo de articulación entre capacidades y conocimientos que deberá perfeccionarse en el futuro; en especial, hacer más precisa su formulación y medible en cuanto a sus alcances; pero sobre todo racionalizar su número.

Nuevo Diseño Curricular de EBR: Conocimientos




























Evaluación del estudiante. Los criterios de evaluación del estudiante no han sufrido modificaciones. En educación inicial, la evaluación es cualitativa con una escala de calificación de tres niveles (logro previsto, en proceso, en inicio); en la educación primaria la escala es también literal y comprende cuatro niveles (logro destacado, logro previsto, en proceso, en inicio); en tanto, en la educación secundaria, la escala de calificación es vigesimal. La directiva de desarrollo del año escolar 2009 mantiene vigente la promoción automática de los estudiantes del primer al segundo grado.
Ambas decisiones, la de mantener criterios diferentes de evaluación para los niveles educativos y la promoción automática, se consideran como aspectos que el diseño curricular nacional debió corregir. Son múltiples los reclamos del profesorado respecto de lo poco funcional de la escala, además del enorme esfuerzo que demanda en tiempo y esfuerzo el evaluar a una sección de estudiantes.
Por otro lado, insistir en la promoción automática del primer al segundo grado es continuar condenando a miles de estudiantes que no logran los objetivos mínimos de aprendizaje en el primer grado a incrementar las dificultades de aprendizaje en los grados siguientes y el riesgo de abandonar la escuela prematuramente. Por su poca pertinencia, esta medida fue abandonada desde hace años por la mayoría de países latinoamericanos que la aplicaban.
Apreciaciones finales. En la presentación del nuevo diseño curricular para la Educación Básica regular, el Ministro de Educación ha señalado que se trata de "una versión actualizada y mejorada". El breve análisis que hemos realizado muestra que hay mejoras pero también muchos aspectos aún no resueltos.
Será indispensable que el Ministerio de Educación acometa, con el tiempo suficiente, la elaboración de una propuesta curricular que concilie diversos objetivos. Por un lado están los de preparar a los estudiantes para la llamada sociedad del conocimiento y la tecnología, y tomar más consideración de lo que serán las perspectivas y desafíos del país y la forma como la educación puede contribuir a enfrentarlos. Por otro lado, hay que tener una mayor descentralización del currículo y no a la inversa; ello pasa por facilitar la presencia de los centros educativos y profesorado en las decisiones que tienen que ver con los cambios curriculares. El objetivo de la racionalización de los contenidos no puede olvidarse, lo que implica una selección de capacidades y contenidos que podrían fusionarse o eliminarse. En cuarto lugar, no hay que olvidar la necesidad de perfeccionar los procedimientos de evaluación del estudiante.

Por último, hay una cuestión que el nuevo diseño curricular no aborda. Es la opción de trabajar simultáneamente con estándares y competencias. Tal como lo señalará en un informe publicado por INIDEN en abril del presente año, si los estándares establecieran niveles superiores de logro para las competencias, facilitarían contar con referencias contra los cuales medir y comparar los aprendizajes producidos y competencias alcanzadas a través de los años. La comparación puede reposar en pruebas estandarizadas, basadas en esos estándares y validadas vía la aplicación a grandes poblaciones. El informe añade que el ideal es que paralelamente a la implantación de estándares por competencias en la educación básica, se acelere con similares enfoques la reforma del currículo de la formación docente y la acreditación institucional de centros.
Habría que asegurar una adecuada gestión de la ejecución curricular; en especial, que los profesores estén bien preparados y cuenten con un mínimo de condiciones para llevar adelante una combinación de los dos enfoques. Igualmente se requiere involucrarlos, que se identifiquen y tengan conocimiento cabal de lo que quiere trasmitirse a los alumnos y, especialmente, que sepan cómo hacerlo.
Por Hugo Díaz
Especialista en el estudio y evaluación de políticas educativas.

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