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"Una
monografía no es una tesina, ni una tesis, ni una ponencia, ni un artículo científico […] en sentido amplio, una monografía es una
descripción, narración o exposición explicativa, sobre una determinada parte de una
ciencia,
disciplina,
tecnología o sobre un asunto en particular, tratando un tema de manera circunscrita."
Referente a la forma discursiva que puede adoptar, se presenta de manera descriptiva, cuando trata de personas,
objetivos, situaciones, etc.; narrativa, cuando expone sucesivamente hechos, circunstancias o acontecimientos; y explicativo-expositiva, cuando se explican los hechos, acontecimientos o situaciones.
Comúnmente, la elaboración de una monografía es un requisito de una determinada asignatura.
Su característica esencial no es la extensión, porque puede tener desde unas pocas páginas hasta la dimensión de un
libro.
Sin embargo, hay que distinguir entre el uso escolar de la palabra y su
empleo científico. La diferencia reside en el nivel de la
investigación que depende de las finalidades respectivas que presidieron su elaboración. "Las monografías que sirven para la
promoción de los estudiantes universitarios al término de un
seminario, por ejemplo, no pueden considerarse trabajos de investigación verdaderos, sino, a lo sumo, tareas de iniciación en la investigación."
"A diferencia de las disertaciones y las tesis- que suelen asociarse con cursos panorámicos-, las monografías tienen una relación más estrecha con los seminarios de una licenciatura. En estos últimos los estudiantes participan presentando avances de investigación, en los cuales- además de incluir
análisis crítico de la
bibliografía- desarrollan proposiciones interpretativas de
carácter original con respecto al objeto de estudio."
a una serie de componentes básicos e insustituibles y otros opcionales. Las
del producto de investigación que se presenta.
Los componentes son:1.1.1. Introducción
En la
introducción el autor expone detalladamente las circunstancias que dieron origen a su
proyecto de investigación, hace una reseña de los contenidos del mismo, refiere las etapas seguidas en el
proceso de ejecución y presente el producto obtenido y su estructura. Los puntos más usualmente abordados son:
i) Presentación del objeto de estudio, su enunciación y delimitación espacio-temporal así como las circunstancias que le dieron origen.
ii)
Desarrollo de los objetivos generales y específicos. Refiere el propósito básico que ha orientado la investigación.
iii) Planteamiento del marco teórico: Se debe explicitar cuál es el
paradigma del que parte, y cuáles son sus fundamentos.
iv) Formulación del
sistema de
hipótesis. El enunciado de las hipótesis de trabajo es el punto central de la introducción. Si bien su
naturaleza puede variar, su formulación debe ser rigurosa y precisa.
v) Desarrollo de las
estrategias metodológicas utilizadas. Se deben describir y justificar estas estrategias. También se debe referir las
técnicas que se utilizaron para las tareas de relevamiento, ordenamiento, procesamiento e
interpretación de
datos.
vi) Referencia a la bibliografía y
fuentes utilizadas.
vii) Mención de las dificultades que se plantearon en la ejecución de
la investigación que pueden ser de diferente naturaleza. La función es alertar al lector.
Presentación de la estructura del trabajo. Implica ,mencionar de manera sintética los objetivos que se persiguen en cada uno de los capítulos en que está dividido, con indicaciones precisa acerca de su contenido.
La introducción básicamente, sirve para formular el planteamiento del problema que se va a tratar en la monografía y algunas situaciones de contexto que ayudan a comprender el alcance y significado del trabajo, y la manera de tratar el tema. Se ha de describir, en términos generales, los objetivos de la monografía, o sea del estudio-investigación que se realiza en ella. También se pueden mencionar los motivos particulares que han llevado a realizar este trabajo.
1.1.2. Cuerpo central del trabajo
Habitualmente suele dividirse en capítulos, secciones y pará
grafos, en función de las características del objeto que se aborda.
El desarrollo de los capítulos constituye el cuerpo central del trabajo final: una vez que el mismo ha sido elaborado, se inicia la redacción de las conclusiones y por último la introducción. La utilización del
procesador de
texto es de inestimable ayuda para la organización y autonomía del investigador.
Si el
archivo ya contiene la
información de las
fichas reproducidas, se puede comenzar a redactar el capítulo por donde resulte más práctico y se puede transformar su estructura en todo momento. Esto es posible, porque en los hechos el trabajo ya ha sido realizado antes de comenzar a trabajar en el procesador de texto. De lo que se trata es de articular los diferentes contenidos de las fichas en un texto único y homogéneo.
El sistema informático permite otras facilidades como:
i) Diferenciar gráficamente el texto del trabajo, del texto de las citas realizadas.
ii) Destacar un término o una expresión.
iii) Reproducir citas de textos, en su alfabeto original.
iv) La corroboración en todo momento de la
ortografía y la sintaxis.
La generación, en forma automática, del aparato erudito del trabajo
El cuerpo ha de contener de modo sistemático y global los resultados de la investigación.
Se han de tener en cuenta ciertas exigencias acerca del modo de estructurar su desarrollo.
Unidad: Todo lo que se diga deberá estar relacionado con el tema de estudio-investigación.
Orden: Las ideas deben desarrollarse de modo que los razonamientos puedan derivarse unos de otros. Esto supone un hilo del
discurso, un orden lógico que no debe perderse en ningún momento.
Progresión: Hay que avanzar por aproximaciones sucesivas, de modo que el conjunto del discurso se desarrolle de manera ordenada.
Transición: Es necesario que se aprecien con claridad las diferentes partes y las relaciones de esas partes con el conjunto del trabajo. No puede ser "un simple amontonamiento de ideas, hechos, datos, análisis, etc."
En lo que se refiere a los aspectos formales, se sugiere dividir el texto en partes, capítulos, secciones, etc.; pero, cuando no es muy extenso bastará dividirlo en capítulos, que han de estar relacionados entre sí como parte del tema o problema central. Se trate de partes o capítulos, debe llevar un título formulado de manera adecuada que sirva para orientar sobre su contenido. Se aconseja que cada capítulo vaya acompañado de un sumario de su contenido.
El conjunto de partes y/o capítulos, conjuntamente con los apéndices o anexos, forman el cuerpo de la monografía. Representan la parte sustantiva del trabajo y comprenden los hechos, su análisis y su interpretación, presentándolos en forma de textos, cuadros,
gráficos, ilustraciones, etc.
1.1.3. Conclusiones
Finalizado el desarrollo del cuerpo central del trabajo, el autor expondrá sintéticamente las conclusiones que ha obtenido, enumerándolas de manera prolija y detallada. Muchas veces implican una referencia a las hipótesis que se han ratificado o rectificado a lo largo del proceso de investigación.
"Se termina la monografía con la o las conclusiones, si la índole del trabajo así lo exige".
Por lo general, las conclusiones a que se llegan quedan diseminadas en el texto; de ahí que sea necesario añadir un resumen en una sección por separado. De manera sintética y sistemática, las conclusiones se agrupan por temas, ordenándolas según su orden de importancia, resumiendo los principales hallazgos, el significado de los datos obtenidos y las sugerencias para
investigaciones ulteriores.
En la conclusión hay un conector implícito: "por lo tanto". Este rige todo este último apartado y debe ser respetado a rajatabla, es decir, se debe estar seguro de que la conclusión se deriva lógicamente de lo anterior y de no introducir elementos "nuevos", respecto del cuerpo del trabajo.
1.1.4. Bibliografía y fuentes
La presentación de la bibliografía utilizada puede efectuarse de acuerdo a distintos criterios, los más habituales son:
i) Ofrecer una bibliografía general para todo el trabajo.
ii) Desarrollar un listado específico para cada capítulo.
Necesariamente hay que diferenciar:
i)
Libros, distinguiendo entre antiguos y modernos.
ii) Artículos de
revista.
iii) Artículos de
prensa.
iv) Periódicos.
Los listados se realizan siempre por orden alfabético de autor; si se ha consultado más de una obra de un mismo autor, los títulos utilizados se listan en orden cronológico.
En lo que respecta a las fuentes, el criterio es semejante, se distingue entre:
i) Textuales.
ii) Gráficos.
iii) Iconográficos.
iv) Sonoros.
v) Orales.
vi) Audiovisuales.
vii) Objetales.
Organización de la bibliografía: La ordenación alfabética por autores es la más usada. Para trabajos científicos es preferible dar la bibliografía completa en una lista al final del trabajo, esta lista es más efectiva que referencias bibliográficas aisladas dadas como notas al pie de página.
Ordenamiento alfabético por apellido de autores: se alfabetiza palabra por palabra, cuando las primeras letras son iguales se ordena letra por letra hasta llegar a la diferencia. Una vez ordenada por autor va en orden creciente según el año de editada la obra. No se repite el nombre del autor sino que se deja una línea de 8 espacios y se escribe en la lista las obras siguientes. Los trabajos escritos por un autor en colaboración con otros autores, se ordenan cronológicamente bajo el apellido de ese primer autor. Si el autor tiene obras escritas en diferentes idiomas, se ordenan cronológicamente en el idioma de referencia.*
"La revisión bibliográfica tiene por objeto:
Demostrar la necesidad y la oportunidad del estudio.
Auxiliar en la interpretación de los resultados de la investigación,
Dar
autoridad al escrito al demostrar que se han consultado trabajos relacionados con la
materia y que se han utilizado ideas de otros autores,
Indicar al lector dónde se puede encontrar más información sobre la materia,
Extender cortesía
personal a otros autores que, con anterioridad, han trabajado en algún aspecto del problema"