Un día después de su aprobación por el Consejo de Ministros, la titular de Educación salió a defender los alcances de la nueva Ley de Reforma Magisterial. Sin embargo, lejos de aclarar el panorama, Patricia Salas no hizo sino sembrar más dudas y cuestionamientos respecto de las verdaderas razones por las que el Gobierno ha decidido hacer a un lado la Ley de la Carrera Pública Magisterial (LCPM).
En declaraciones a RPP, la ministra destacó el principio meritocrático de la LCPM. No obstante, defendió que al amparo de la nueva norma –que el Ejecutivo todavía no remite al Parlamento– se les otorgue un aumento salarial a todos los docentes sin excepción, incluyendo a aquellos que no se han sometido al proceso de evaluación. Más aún, justificó la negativa de estos maestros a someterse a una valoración de conocimientos arguyendo que, actualmente, esta es “compulsiva”.
Cuando se le preguntó entonces si la evaluación que contempla la denominada Ley de Reforma Magisterial es voluntaria, replicó que “lo será en la medida en que los profesores podrán elegir el día (en que se les evaluará), pero es obligatoria porque se juegan su ascenso y no pueden pasarse la vida sin evaluarse”, apuntó. Salas, sin embargo, no dio alcances ni siquiera de un cronograma tentativo. Tampoco dijo cuánto le costará al Estado el incremento salarial. “Lo diremos en su oportunidad”, respondió incómoda.
Además, respaldó la presencia del Sutep en el comité evaluador y deslindó entre sectores radicales como Conare-Sutep y los maestros afiliados al Sutep de Patria Roja. Indicó que estos últimos “deben tener claras señales de que el Estado y la sociedad confían en ellos”. Parte de eso, afirmó, se logrará con la nueva ley.
SABÍA QUE
- Salas anticipó que, según el nuevo esquema remunerativo, los maestros recibirían asignaciones adicionales de hasta el 20% sobre sus haberes.
- El monto varía si van a zonas rurales, de frontera o al VRAEM, o si son multidocentes.
fuente:peru21.pe
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